19 dic 2010

Red de redes

El pensamiento humano no es lineal como el paradigma del papel. El ser humano piensa asociando conceptos en red, con diferentes planos de conciencia y profundidad. Por lo general, sus líneas argumentales se ven salpicadas por recuerdos y evocaciones en forma de imágenes, de sonidos, de palabras.

Considera la pertinencia de la relación entre los conceptos que lo asaltan. A veces incorpora el recuerdo y a veces lo descarta, pero siempre vuelve a empezar en su ardua búsqueda de sentido. El pensamiento humano es circular.

Si tuviésemos que graficarlo construiríamos una red. En esa red un concepto me lleva a otro, y ese otro me abre el camino a nuevas posibilidades entre las que navego hasta quedarme con una. Recorro luego la red atravesando los conceptos y sus relaciones. El pensamiento humano es hipertextual.


Mapa visual de Internet de jurvetson.

18 dic 2010

Profecías: introducción

Decir que el pensamiento humano es hipertextual no es la consecuencia de una moda teórica por la influencia de Internet en el mundo posmoderno.

Numerosas pruebas de esta afirmación pueden encontrarse en algunas creaciones en papel que trataron de reflejar casi proféticamente lo que sería luego un texto Web.

De esta forma puede verse como el paradigma de lecto-escritura que surge con Internet y la aplicación de las nuevas tecnologías no son más que la materialización de la verdadera lógica del pensamiento humano.

Por este motivo diferentes autores a lo largo de la historia han construido sus relatos tratando de llevar a un soporte de carácter lineal como el papel el pensamiento asociativo humano. Entre estos autores “proféticos” pueden situarse Jorge Luis Borges, Roland Barthes, Roberto Bolaño, Julio Cortázar

17 dic 2010

Profecías: primera parte

El semiólogo francés Roland Barthes publicaría en 1977 uno de sus ensayos más conocidos: Fragmentos de un discurso amoroso.
Como el título lo da a entender, el libro discurre por los diversos caminos que el discurso humano adopta a la hora de referirse al “amor”. Sin embargo no es el contenido lo que lo hace objeto del presente análisis.

Lo que nos llama intensamente la atención de Fragmentos de un discurso amoroso es la forma en la cual está dispuesto este contenido.

Barthes construye el texto estableciendo primero una categorización de los modos como las personas se refieren al amor, y conceptualizando luego estas categorías en “figuras”.

Una figura es por ejemplo “los celos”. La similitud que estas figuras tienen con las populares “etiquetas” del mundo de los blogs es mas que llamativa.

A partir de estas figuras el autor adjunta las referencias de otros autores, pensadores, personalidades, o absolutos desconocidos que han llegado a sus manos. Luego de dar una definición de la figura pertinente procede a citar cada una de estas referencias. Referencias que a su vez están referidas o aclaradas a través de una breve cita al final de la página.

El carácter asociativo de este discurso que versa sobre el discurso, que podemos llamar hipertextualidad, es asombroso.

En esta sociedad en al que muchos dicen que "una imagen vale más que mil palabras", véalo por usted mismo:



14 dic 2010

Profecías: segunda parte

¿Hace falta explicar quien es Jorge Luis Borges? Él solía decir que más que un escritor, era un lector. Y eso lo podemos ver en la pluralidad de referencias, reales y ficticias, de cada uno de sus escritos.
Borges continuamente nos lleva a otras páginas. Construir un sentido al leerlo es necesariamente recorrer intertextualidades varias. Es ir del texto a otro y nuevamente al texto base. Es un camino circular, asociativo, hipertextual.
Generalmente sus cuentos son como una muñeca rusa. No solo por los relatos enmarcados, sino por como se puede desglosar cada frase, cada tema. Por como pueden configurarse interpretaciones tan disímiles.
Leer a Borges en la mitad del siglo XX requería casi las mismas acciones que hoy implica obtener información en la red o participar en lo que se conoce como Web 3.0
Borges parece establecer un juego continúo con el lector. Parece anticiparse a las posibles lecturas. Mina el texto entonces de pequeños desvíos y disparadores de errores. Obliga a releer atentamente, a contemplar ese conglomerado de letras como lo que realmente son: una obra de arte.
Las temáticas abordadas por Borges son imposibles de enumerar. Numerosos autores encuentran en sus escritos indicios de lo que después sería Internet. Por ejemplo, la ensayista Perla Sasson-Henry en su libro Borges 2.0: From Text to Virtual Worlds- el diario New York Times publicó una crítica sobre el libro que sintetiza sus ideas principales-.
Los autores que desarrollan esta línea de análisis suelen citar obras suyas como Funes, el memorioso, La biblioteca de Babel, Tlön, Uqbar, Orbis Tertius, El libro de arena, o El Aleph.
En su cuento El Aleph, publicado por primera vez en la revista Sur en 1945, Borges personaje se encuentra con un fenómeno peculiar. Interpretes conocidos y anónimos ven en El Aleph una metáfora que anticipa lo que luego sería Internet.
Afirmar tal cosa o la contraría no parece ser posible. Tampoco hace falta. Basta con atenernos a lo que Borges mismo nos dice a través del Borges personaje. Este nos cuenta sobre la dificultad para materializar en palabras El Aleph:

"Todo lenguaje es un alfabeto de símbolos cuyo ejercicio presupone un pasado que los interlocutores comparten; ¿cómo transmitir a los otros el infinito Aleph, que mi temerosa memoria apenas abarca? Los místicos, en análogo trance prodigan los emblemas: para significar la divinidad, un persa habla de un pájaro que de algún modo es todos los pájaros; Alanus de Insulis, de una esfera cuyo centro está en todas partes y las circunferencia en ninguna; Ezequiel, de un ángel de cuatro caras que a un tiempo se dirige al Oriente y al Occidente, al Norte y al Sur. (No en vano rememoro esas inconcebibles analogías; alguna relación tienen con el Aleph.) Quizá los dioses no me negarían el hallazgo de una imagen equivalente, pero este informe quedaría contaminado de literatura, de falsedad. Por lo demás, el problema central es irresoluble: La enumeración, si quiera parcial, de un conjunto infinito. En ese instante gigantesco, he visto millones de actos deleitables o atroces; ninguno me asombró como el hecho de que todos ocuparan el mismo punto, sin superposición y sin transparencia. Lo que vieron mis ojos fue simultáneo: lo que transcribiré sucesivo, porque el lenguaje lo es".

Para que saquen sus propias conclusiones he aquí el texto:




Borges, Jorge Luis - El Aleph

13 dic 2010

Profecías: tercera parte

Desde sus primeras hojas Rayuela se nos revela como un libro diferente. Lo primero que podemos leer se titula "Tablero de dirección" y continua de esta forma:
"A su manera este libro es muchos libros, pero sobre todo es dos libros. El lector queda invitado a elegir una de las dos posibilidades siguientes".
Julio Cortázar procede así con su descripción de los dos caminos que nos llevan a lo largo de las páginas de Rayuela.
La primera opción es la lectura lineal clásica, capítulo por capítulo, hasta llegar al número 56 que se postula como primer final.
La segunda es un recorrido caótico, sinuoso, cautivante que rompe con la linealidad del texto y nos adentra un universo literario que avanza dando saltos.
A esta estructura fuera del formato tradicional se le suma el carácter híbrido de su contenido. Fichas, recortes, notas y citas inundan sus páginas.
La intertextualidad con otras obras, artistas o autores es continúa. Roberto Arlt, Louis Armstrong, Antonin Artaud, Baudelaire, Faulkner, Juan Filloy, Goethe, Homero, Paul Klee, Mauriac, Joan Miró, Piet Mondrian, Thelonius Monk, Charlie Parker, Rembrandt, Agustín de Hipona, Erik Satie, Igor Stravinsky, Dylan Thomas, Hugo Wolf son solamente algunos de los nombres que se deslizan entre su tipografía.
En todo sentido Rayuela es un rompecabezas, un collage, un hipertexto.
¿Por qué? Tal vez Morelli, el escritor a travás del cual Cortázar nos habla, pueda acercarnos la respuesta. Sobre el lector, nos dice, hay una posibilidad : "la de hacer del lector un cómplice, un camarada de camino. Simultaneizarlo, puesto que la lectura abolirá el tiempo del lector y lo trasladará al del autor. Así el lector podría llegar a ser copartícipe y copadeciente de la experiencia por la que pasa el novelista, en el mismo momento y de la misma forma".
Colaboracion y lector a lo usuario de la Web 2.0. Una muestra más de que la mentalidad propia de la red hace tiempo que estaba entre nosotros.


6 dic 2010

Una interfaz realmente humana

¿Cómo sería una interfaz realmente humana? Multitouch Barcelona, un grupo dedicado a estudiar la comunicación entre el ser humano y la tecnología, responde a esta inquietud con un interesante proyecto en formato de vídeo: